Pendientes de tanzanita y plata de ley 925

Tanzannita 

La tanzanita es la variedad azul-violeta del mineral zoisita, perteneciente al grupo de los silicatos. Su fórmula química es Ca₂Al₃(SiO₄)(Si₂O₇)O(OH) y tiene una dureza de 6 a 6,5 en la escala de Mohs, lo que la hace más delicada que otras gemas. Una de sus propiedades más fascinantes es el pleocroísmo: según el ángulo de la luz, puede mostrar tonalidades azules intensas, violetas profundos o destellos burdeos.

La tanzanita solo se encuentra en un único lugar del mundo: las colinas de Merelani, al norte de Tanzania, cerca del monte Kilimanjaro. Este yacimiento es exclusivo y limitado, lo que convierte a la gema en una de las más valiosas y codiciadas. Se estima que en unas pocas décadas las reservas podrían agotarse.

Su descubrimiento se remonta a 1967, cuando pastores masái hallaron cristales azulados tras un incendio provocado por un rayo. Poco después, la empresa Tiffany & Co. la dio a conocer con el nombre de “tanzanita”, en honor a su país de origen. Desde entonces, en pocas décadas se ha posicionado como una de las gemas más admiradas en joyería y coleccionismo.

La tanzanita es considerada una piedra de alta vibración espiritual. Se cree que actúa como un puente entre la mente y el corazón, equilibrando la lógica con la intuición. Entre sus propiedades destacan:

• Activar el tercer ojo y el chakra corona, favoreciendo la conexión con planos superiores.
• Potenciar la intuición, la canalización y los sueños lúcidos.
• Acompañar procesos de transformación personal y despertar espiritual, aportando claridad y serenidad.
• Promover la sanación emocional, ayudando a liberar miedos y bloqueos del pasado.

Es una gema ideal para personas en procesos de cambio profundo, apertura de conciencia o alineación con su propósito vital.