La turmalina limpia, purifica y transforma la energía densa en una vibración más ligera, enraiza la energía espiritual, limpia y equilibra todos los chacras. Es una piedra chamánica que aporta protección durante los rituales. Limpian el aura, retiran bloqueos y es excelente para equilibrar y conectar los chacras. Fomenta la autoconfianza y dispersa el miedo y también te ayuda a superar el rol de víctima. La turmalina te defiende contra ataques psiquicos (envidias, mal de ojo etc.)

Turmalina azul o indigolita: Se utiliza preferentemente en los chacras de la garganta y tercer ojo, estimulando o equilibrando la comunicación. Suele utilizarse para sanar las afecciones de los ojos, para desinflamar y para los dolores de cabeza, de muelas y de oído. 

El poder de la Turmalina roja o rubelita: Va asociada a los chacras 4º y 1º. Es una piedra de sanación y revitalización del corazón. Trata el sistema reproductivo, fortalece la capacidad de comprender el amor y potencia la actividad sexual. 

Turmalina rosa: Se asocia al chacra corazón. Activa el amor propio y la confianza. Se dice que es como un bálsamo para el corazón tanto a nivel físico como espiritual.

La exclusiva turmalina verde (vireolita o verdelita): Se considera una piedra de sanación y transformación. Se dice que es una gran activadora, que promueve la apertura del corazón y la prosperidad.

Poco conocida pero muy eficaz, turmalina marrón (Dravita): “Dravita”, por su parte, hace referencia al lugar donde se encuentran sus principales yacimientos: junto al río Drava entre Eslovenia y Austria. Relacionada con el tercer chacra o del plexo solar, esta piedra está asociada con la aceptación y la comprensión de las situaciones y emociones que no aceptamos y que nos generan sentimientos de impotencia.