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Turmalina verde con matriz de cleavelandita y mica pieza de colección
Turmalina verde con matriz de cleavelandita y mica pieza de colección
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cleavelandita, turmalina verde, cuarzo y mica
Una pieza compuesta por cleavelandita, turmalina verde y mica es una combinación excepcional tanto desde el punto de vista mineralógico como energético. Su estructura, composición química y disposición cristalina le confieren propiedades únicas en ambos aspectos.
La cleavelandita es una variedad de albita con fórmula química NaAlSi₃O₈ y pertenece al sistema cristalino triclínico. Su dureza en la escala de Mohs es de 6 a 6.5 y presenta un brillo vítreo a perlado. Su color suele ser blanco, aunque puede mostrar matices azulados o grisáceos. Se forma en pegmatitas graníticas, generalmente asociada con minerales de litio y berilio. Su estructura en láminas le permite canalizar la energía de manera uniforme, facilitando la apertura mental, la flexibilidad y la adaptación a nuevas situaciones.
La turmalina verde, también llamada verdelita, tiene una fórmula química compleja (Na,Ca)(Mg,Fe,Li,Al)₃Al₆(BO₃)₃Si₆O₁₈(OH,F)₄ y pertenece al sistema cristalino trigonal. Su dureza es de 7 a 7.5 en la escala de Mohs y su brillo es vítreo. Su color varía desde verde claro hasta verde esmeralda intenso. Se desarrolla en pegmatitas graníticas y en vetas hidrotermales. Es un mineral piezoeléctrico y piroeléctrico, lo que significa que genera carga eléctrica cuando se somete a presión o cambios de temperatura. Esta propiedad le permite canalizar y regular la energía de manera eficiente, ayudando a fortalecer el chakra del corazón, equilibrar las emociones y fomentar la vitalidad.
La mica, que en esta combinación puede ser moscovita o lepidolita, tiene una fórmula química KAl₂(AlSi₃O₁₀)(OH)₂ en el caso de la moscovita y pertenece al sistema cristalino monoclínico. Su dureza es de 2 a 3 en la escala de Mohs y su brillo puede ser nacarado o metálico. Sus colores varían entre transparente, plateado, dorado o púrpura, dependiendo de la variedad. Se encuentra en pegmatitas y esquistos metamórficos. Su estructura laminar le permite actuar como un conductor energético que amplifica y distribuye la energía de los otros minerales de la pieza, promoviendo la introspección, la organización mental y la protección energética.
La combinación de estos tres minerales genera un campo energético equilibrado. La cleavelandita aporta claridad mental y creatividad, ayudando a superar bloqueos y aceptar el cambio. La turmalina verde refuerza la vitalidad, el bienestar y la regeneración emocional, además de ser un excelente canalizador de energía. La mica crea una barrera de protección energética y ayuda a organizar los pensamientos, fomentando el desarrollo de la intuición. Esta pieza es ideal para quienes buscan renovación energética, estabilidad emocional y un flujo armonioso de energía en su entorno.




